martes, 13 de septiembre de 2016


INÉS ES CATALANA, YO NO


Según la perla que Inés Arrimadas nos regaló en forma de artículo hace unos días, Inés Arrimadas ahora es catalana, aunque primero fue andaluza/jerezana, luego andaluza/sevillana, posteriormente francesa y ahora la que más le mola: ¡catalana! Uno que se arma un lío con todo esto de lo que uno es, en función de su nacimiento, se pregunta: ¿Se puede ser de todos esos sitios a la vez o se es alternativamente de uno y de otro? En el segundo supuesto, ¿cuánto tiempo hay que vivir en un lugar para ser de ese sitio? Porque, si no hay un tiempo determinado y la cosa es automática, cada vez que entramos dentro de los lindes de un territorio, ya seremos de ese territorio, ¿no? Y yo que me creía que ser andaluz, francés, catalán, etc. era una referencia al lugar de nacimiento de cada cual…

Como todos sabemos, este lío lo montó el astuto Jordi Pujol, con aquello de que “catalán es quien vive y trabaja en Cataluña (hasta aquí la frase no es suya), y quiere serlo” (la coletilla sí es de su autoría). La expresión parece acogedora, pero, en realidad, es una auténtica carga de profundidad; pues no deja de ser un engaño para los menos advertidos, a que ofrece una especie de sucedáneo de “nacionalidad” catalana; algo que algunos acogen de buen grado, ante la presión social ejercida por el nacional-separatismo.

Como soy de otro lugar de procedencia, no he nacido más que una vez y no soy un tiburón de esos que se tragan todo lo que les echan, no puedo ser catalán; sin que eso, en sí, sea bueno o malo. ¿Sería algo más, o menos, de haber nacido en Cataluña o de someterme a las presiones nacional-separatismo? Creo que no, que lo que hace mejores a las personas es lo que sepamos hacer de positivo con nuestras vidas.

Como eso de ser catalán, en el sentido pujoliano, no es más que una fantasía para otorgar una nacionalidad irreal, para atraer a más gente a las filas del nacionalismo y posteriormente al separatismo y como tengo mi propia nacionalidad, que no está en oposición con que haya nacido en cualquier parte de España, y que es la que vela por mis derechos recogidos en su Constitución, aprobada democrática por la mayoría de  los ciudadanos de esta nación, me reconozco español políticamente, a la vez que valenciano de nacimiento.

Pero la, al parecer, la multinacional, o multinacida o váyase usted a saber, Inés, según declaraciones a La Vanguardia,  se siente tan acomodada en la Cataluña que la ha acogido tan bien (aunque sea por parte de aquellos que los nacional-separatistas no consideran catalanes o, por lo menos, no catalanes de primera), que ahora pide de manera “urgente” una “solución política” para Cataluña, para que ésta tenga un “papel protagonista” y no de “mero espectador”. ¡¡”Un papel protagonista”!! ¿Estará dando un virazo hacia los planteamientos antiguos de CiU, aquellos que le daban buenos resultados en las urnas?  ¿Nacería Ciudadanos para buscar las desigualdades sociales que supondría dar a una autonomía determinada un “papel protagonista” dejando a las otras de meros espectadores? ¿No es el planteamiento de Arrimadas, y por ende el de C’s, un esbozo de nacionalismo, radicalmente a sus orígenes?


Y en el ínterin, don Albert, a lo suyo.

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