lunes, 27 de junio de 2016


CON LA RESACA A CUESTAS…


De menos a más:

Rivera ha demostrado que no está maduro, que una cosa es ganar concursos de oratoria escolares y otra es jugar en la primera liga política. Es un perdedor nato: su gran ambición le impide medir con exactitud los tiempos políticos: Ha pretendido pescar en los caladeros del PP y PSOE, olvidándose de aquellos a los que su partido vino a representar, y se ha quedado con los votos que le proporcionan su peso estético. Después de su primer encuentro con Iglesias en “Salvados”, quedó más que evidente que no daba la talla; que un malandrín político, un vendedor ambulante de los años 40, era capaz de darle sopas con honda, a pesar de que iba acojonado al enfrentamiento con el líder de C’s. Ambiciona el puesto de Rajoy y Sánchez, al tiempo, y cuando se inclina hacia uno, pierde los votos del lado opuesto, y viceversa; además de que en ambos casos pierde los que descuida de los que deberían de ser sus votantes naturales.

A Iglesias se le empieza a ver el plumero, hasta por parte de aquellos receptores de perfil bajo de su mensaje, a esos a los que suele dirigirse con sus contradicciones ideológicas: de la izquierda más radical pasa a la socialdemocracia, cuando no se instala en posiciones tan absurdas como el arriba/abajo tan incomprensible. Es un buen publicista, lo malo es que con su manía por reducirlo todo a la gestualidad y al eslogan, ha terminado por hacerle una muy efectiva campaña a Mariano Rajoy y su partido; ya que lo de “el miedo”, es él quien se lo ha puesto en el cuerpo a una gran parte de su potencial electorado, con tanta gilipollez de eterno adolescente. Si los partidos de siempre le dan tiempo, sin duda no podrá sobrevivir políticamente. Tampoco su amigo, al que muchos ponderan como el listo de la pareja, Errejón, que una vez en la arena política, demuestra que poco más que su amigo tiene que aportar, tanto en la forma como en el fondo.

Pedro Sánchez huele a pasado olvidado. Susana Díaz, después de saber los resultados de las elecciones, no demasiado a la subrepticia, le mandó un mensaje, que sonaba a bye-bye. Supongo que sopesando que el apoyo que hoy tiene con C’s, podría tenerlo con una gran coalición con el PP, pero de manera más estable y sin tener que aguantar cantinelas del nacido después del 78. Al fin, en las actuales circunstancias al PSOE no le resultaría tan difícil explicar a sus votantes que donde dije digo, digo diego, por el bien general de España y los españoles, y en contra de los nacionalismos separatistas. Al PSOE le sobran Sánchez’s y le falta volver a la flexibilidad de un partido que debería de ocupar puestos del centro.


¿Qué decir de Rajoy? Pues que ha mejorado, contra todo pronóstico, sus apoyos, gracias –como ya he dicho- a la manada de caballos desbocados en permanente exhibición, que son los de Podemos. Que si consiguiese lo más racional y necesario para España, que es juntarse con el PSOE, para una legislación, podría aliviarnos a todos de muchas cosas que se ven en el horizonte, ya que siendo partidos rivales, esa unión podría hacer que un partido controlase al otro en sus aspectos más radicales, y podría ser la única solución para que se hagan los cambios que todos deseamos, pero desde la moderación que sólo pueden hacerlo partidos con una cierta ponderación. Y para ello, no creo que les hiciese falta siquiera C’s, ya que ha demostrado ser un partido que sólo se deja llevar por una ambición desmedida, sin ser imprescindible, ni necesario, para acometer todo lo que ahora, más que nunca, es necesario.

De cualquier manera, de cara al futuro, pienso que es imprescindible que se forme un partido de izquierdas, que no actúe con recetas, sino con condura y racionalidad, para que puede hacerle frente a esos usurpadores de la izquierda que son los que dicen ser de izquierdas y nacionalistas; algo tan poco fundado, como sería ser creyente y ateo al mismo tiempo.

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