sábado, 6 de febrero de 2016

C’s NO ENCUENTRA SU SITIO

Debe de ser cosa de la luna o del cambio climático, pero da la sensación de que nos hemos vuelto todos locos. Los caballeretes de después del 78, ahora nos salen con que, "el pueblo y la historia juzgarán al Partido Popular si por priorizar su interés no impiden un Gobierno en el que esté Podemos" (Girauta dixit). Me parece que sin tener que esperar tanto, el pueblo puede empezar pronto a juzgarles a ellos, si siguen por ese camino; ya sabemos que C’s es un partido que todavía no está consolidado, que ni siquiera, por lo que deducimos por su forma de actuar, tiene un espacio decidido; que tienen que hacer equilibrios en la cuerda floja para librarse de esa etiqueta que malévolamente alguien le ha puesto de “marca blanca del PP. Pero, de eso, a hacer de correveidile del PSOE falto de cordura de Sánchez, media un abismo.

 Les ha tocado la china al caerles en el reparto de papeles el de partido “bisagra” -que no es moco de pavo-, papel que ha ejercido hasta hace poco la dinastía Pujol y que, de no ser por su afición a viajar a Andorra, las cosas no les fueron demasiado mal. Ejercieron ese rol, indistintamente de la ideología de quien estaba en el Gobierno de España, sin tener que cambiar su propia doctrina. (Aprendan). Solo cuando el inefable Mas cambió los credos de su partido, empezaron el camino a ninguna parte.

 La solución, caballeretes de después del 78 y la compaña, la dio lúcidamente Felipe González: Una gran carambola a tres bandas, para formar un gobierno estable durante un par de años, una legislatura o un par de legislatura. Justo hasta el tiempo en que los lobos con piel de cordero sean vistos así por los desesperados que ahora les votan. Porque esos sí son peligrosos; esos que vienen cargados de odio y violencia, y que pretenden inoculársela a nuestros niños (recuerdo de paso las marionetas de Madrid), desde una inmadurez o locura preocupante.

 Es lamentable tener que hablar a favor de las formaciones del bipartidismo, esas que han esquilmado nuestros bolsillos y nuestra vida, pero es que lo que nos viene con esa chusma en el poder, puede ser mucho peor. Y ahí puede encontrar un buen espacio C’s: como árbitros de la corrupción y como partido para luchar por aquello lo que nacieron: la lucha contra los nacionalismos excluyentes y, por ende, contra los separatismos fomentados por las burguesías locales. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario